¿Qué es el Síndrome de Wolfram?

El SW fue descrito por primera vez en 1938 por Wolfram y Wagener con el acrónimo DIDMOAD, que corresponde a las iniciales en inglés de sus componentes principales: diabetes insípida, diabetes mellitus, atrofia óptica y sordera neurosensorial 

En la actualidad sabemos que es una rara y compleja enfermedad neurodegenerativa progresiva, de transmisión autosómica recesiva con penetrancia incompleta (cromosoma 4p) y excepcionalmente, de herencia mitocondrial o esporádica . Clínicamente se caracteriza por la asociación de diabetes mellitus, degeneración de nervio óptico, así como por otra serie de procesos que concurren en él con frecuencia variable, principalmente la DI, hipoacusia neurosensorial alteraciones del tracto urinario, del sistema nervioso central, la atrofia gonadal y diversas alteraciones psiquiátricas .

Es una enfermedad muy poco frecuente, se estima que afecta a 1 de cada 55.000-770.000 personas . Por países está descrita la prevalencia en Reino Unido de 1/770000 con una frecuencia de portadores en este país de 1/354 , en el territorio español se estima que la prevalencia puede ascender a 1/1.000.000 . Hay descritos países como más elevada prevalencia como la población libanesas de 1/68.000 ó 1/54.478 en Sicilia, dada la elevada consanguinidad.

La edad de aparición de las diferentes entidades clínicas descritas en el SW es variable aunque la historia natural de este síndrome sugiere que se desarrollarán la mayoría de entidades clínicas a lo largo de la vida del paciente .

La primera manifestación del SW suele ser la DM insulin-dependiente que ocurre generalmente antes de la final de la primera década de vida (a un edad media de 6 años), suele seguirse a AO, que ocurre en la segunda década (alrededor de 11 años). En la segunda década también comienza aparecer la hipoacusia neurosensorial (alrededor de 16 años) con pérdida de las altas frecuencias, y la DI central (alrededor de los 14 años). Las anomalías del tracto urinario aparecen en el tercera década (alrededor de 20 años) y complicaciones neurológicas alrededor de la cuarta década de vida (alrededor de 35 años) (2,4,6) . Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que anormalidades neurológicas se pueden detectar en edades más precoces.

El gen responsable del SW, llamado WFS1 se encuentra localizado en el cromosoma 4p16.1 y codifica una proteína transmembrana incluida en el retículo endoplásmico (RE) llamada wolframina, que afecta al mantenimiento de la homeostasis del RE, incluida la regulación del calcio, la regulación redox y el estrés del RE, señalización y muerte celular. El WFS2 codifica la proteína pequeña intermembrana del retículo endoplásmico (ERIS) y que afecta la homeostasis del calcio del RE . La mutación de WFS1 o WFS2 se expresa y daña preferentemente las células beta pancreáticas, células ganglionares de la retina y las neuronas hipotalámicas y del tronco cerebral.

La baja prevalencia de este Síndrome propicia que sea muy escasa la investigación y por ende la información que se tiene acerca de sus mecanismos etiopatogénicos, su curso evolutivo y su tratamiento. Por esta razón, el profesional que se encuentra con estos pacientes en la mayoría de los casos, suele tener una escasez de recursos para documentarse y una gran incertidumbre a la hora de realizar un adecuado abordaje clínico.

La persona afectada por SW presenta por tanto importantes discapacidades a nivel físico (pérdida progresiva de la visión y la audición, dificultades neurológicas y de movilidad) afectación su esfera psicológica/social y además necesidad de control diario de algunas de las entidades que componen el Síndrome (pe. Diabetes mellitus, o sondajes para la vejiga neurogénica...). De esta forma, poco a poco se encuentran seriamente afectada su autonomía, con lo cual su proyecto de vida debe contemplar el apoyo externo y en algunos casos, constante de su cuidador, lo que conlleva a que su calidad de vida y la de sus familiares se ve seriamente afectada .